viernes, 21 de noviembre de 2014

Guerra Mundial Z de Max Brooks

La crítica de este Guerra Mundial Z de Max Brooks la tenía pendiente desde hace mucho, mucho tiempo. El libro lo conocí cuando comenzó el rodaje  de la película y, sinceramente, es uno de los mejores descubrimientos que pude hacer.

Max Brooks, conocido por su trabajo como guionista de televisión e hijo del gran Mel Brooks, es toda una referencia en el mundo de la literatura de zombies. Su debut en este terreno fue Guía de supervivencia Zombi, un libro tremendamente original y donde trata de hacernos confundir realiadad con ficción. Una idea que llevó a cotas muy altas con este Guerra Mundial Z, para mí, el mejor libro de temática zombie que se puede encontrar a día de hoy.

 Guerra Mundial Z se presenta como un "falso documental", un concepto muy visto en el cine (con películas como Distrito 9, por ejemplo) y que Max Brooks ha conseguido manejar muy bien en este libro. La estructura, del libro no es la tradicional de capítulos o episodios sino que se divide en entrevistas con diferentes personajes que cuentan cómo han [sobre]vivido la gran plaga zombie que asoló el mundo. De esta manera, Brooks, nos incita a construir la historia en nuestra cabeza en función de estos testimonios.

El autor simula, en primera persona, ser un trabajador de la Organización de Naciones Unidas llevando a cabo un informe de postguerra para la ONU. Un informe que cuenta las diferentes etapas de la guerra: desde los primeros avistamientos y el conocido como "paciente cero" hasta la victoria final de la humanidad sobre los zombies, incluyendo, las fases de pánico a medida que se expande la plaga y los diferentes enfrentamientos y soluciones propuestas hasta llegar al deseado fin.

Uno de los puntos fuertes del libro reside en la habilidad de Max Brooks para combinar temas como política o economía en los relatos de los supervivientes lo que otorga un extra de realismo muy interesante. Entre estos temas se tocan puntos "calientes" como la reacción del gobierno de Corea del Norte ante esta crisis o la acogida de Estados Unidos de refugiados cubanos. Además, la inmersión que se consigue en la narración es tan alta que puedes acabar indignándote con la actitud y acciones que los gobiernos y otras corporaciones (como las farmacéuticas) llevan a cabo en los primeros momentos de la crisis.

Algunos de los microrelatos o entrevistas son totalmente prescindibles pero tampoco sería muy realista que todas y cada una de estas entrevistas gozara de un ritmo y tensión muy alto. Este problema se compensa, con creces, con otros momentos y algunas entrevistas son sobresalientes.

Mi nota final para este libro no puede ser más que un "muy recomendable". A los aficionados a la temática zombie o aquellos que solo busquen un libro para entretenerse y pasar un buen rato encontrarán en Guerra Mundial Z lo que buscan. Incluso aquellos que ya están hastiados y sobresaturados de zombies pueden encontrar en esta obra un refugio al tratarse de una manera bastante diferente y más seria de lo habitual.

Creo que lo peor del libro, es la película que salió inspirada del mismo. Que nadie me entienda mal, no es una película mediocre, es simplemente entretenida, una de esas películas que al cabo de dos o tres meses ni recuerdas haber visto. Nada que ver con lo que se puede encontrar en esta novela.

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